martes, 18 de agosto de 2009

“La idea una república perfecta”

1. Introducción

El presente trabajo está basado en una revisión panorámica de la visión del filósofo inglés acerca de la organización política de un estado ideal planteado por el mismo (apropiadamente referido a la organización de un sistema electoral mayoritario con distrititos plurinominales), donde la idea de población distribuida con las denominaciones de condados y villas.
También se revisará la visión del autor, David Hume, sobre cómo se debería organizar la representación nacional: propone una especie de Parlamento, subdividido entre senadores y magistrados, asignándoles a cada representación la cantidad de personas que deberían estar de entre la población (entendida como la gente culta y no el populacho)
Se tocarán algunas comparaciones entre las tipologías de gobierno clásicas y modernas y se examinará como se pueden usar para comprender la intención del autor, a la luz de las nuevas formas de comprender la teoría política.
Por último se intenta comprender de que forma ve el autor, a través de este ensayo, la visión de la población y, comparándolas con las modernas categorías de sociedad civil, si es que Hume es precursor o no del análisis de lo que hoy conocemos como movimientos sociales

Los trabajos en materia política de este autor siempre están referidos a una reforma en el sistema monárquico constitucional. Recordemos que en la mayoría de sus trabajos, denuncia mucho las facciones de tipo realistas, con tal de desequilibrar la supremacía del Parlamente frente a los intereses de la corona (los Tories vs. los Wighs).

2. Sobre la tipología de personalidades

El trabajo presentado a continuación está incorporado dentro de su segunda producción literaria, durante su regreso a Escocia en el año 1737, titulado: “Ensayos morales y políticos”. Estos tuvieron mejor suerte que la primera obra, llamada “Tratado de la naturaleza humana, con el intento de introducir en los temas morales el método de raciocinio experimental”.
En el inicio de este discurso está muy caracterizado por las típicas disertaciones y recomendaciones que lo hacían en tiempos anteriores y contemporáneos los famosos filósofos políticos de su tiempo; nuestro autor no fue la excepción, o al menos eso se puede inferir de este texto político. Junto a este, también están los otros discurso sobre los “De los partidos en general” y sobre “Los partidos en Gran Bretaña” y “Puede la política llegar a ser una ciencia”. ***
Hume, considera como la clase más perniciosa, la de los forjadores de utopías, pues son peligrosos cuando tienen el poder y son ridículos cuando no la poseen.
Este discurso, por supuesto, está desarrollado en modo de ataque frente a los desestabilizadores del régimen constitucional (Monarquía parlamentaria).
Recordemos que mucho antes que Hume, Gran Bretaña se debatió en una guerra civil; el motivo político fue la implantación de un nuevo sistema político: el sistema republicano. Sin embargo, ganaron por un tiempo los contrarrevolucionarios hasta el “Bill of rigths” (Ley de derechos -1689) y luego con el “Act of settlement”(Acta de instauración – 1701), donde se ponía un límite fijo al monarca respecto a temas espinosos como la aprobación de recursos monetarios con autorización del parlamente; la protección de los derechos para todos los hombres libres y la subordinación del rey frente al parlamento.
Sin embargo, estas conquistas habían retrocedido, como dije, durante el reinado de Jacobo II , los juicios sangrientos y sus intentos por ganarse a los “tories” leales a la causa del rey, los disidentes de la ex república y los católicos. Las disputas entre los fieles al monarca y los parlamentaristas acabó en 1688, cuando Guillermo II (de Orange, anglicano) tomó posesión de la corona en Inglaterra.
Partiendo de esto, además de su teoría sobre el entendimiento humano, uno aprende de la experiencia, y la era que le tocó vivir a su país (aunque sea escocés), le dejó muchas lecciones sobre todo, en la manera de poder equilibrar los poderes y las tomas de decisiones.

Hume intentó representar, a partir de la monarquía parlamentaria, la idea de un estado perfecto: en ella, está el rey, controlado por un parlamento fuerte; pero este ¿Cómo ha de estar compuesto? Nuestro autor frecuentemente denuncia las facciones y los partidos como agrupaciones de hombres (con intereses personales y con objetivos buenos respectivamente) como los causantes de las guerras y conflictos entre los hombres libres. Como lo manifiesta Giovanni Sartori , esto se explica porque en los días de este autor, los deseos de abolir las diferencias que producen retrocesos, impulsan a autores como Montesquieu, a escribir que el simple hecho de que exista representantes (y con esta idea, la existencia de facciones) no facilitan la “voluntad general”.
Sin embargo, las coaliciones son “bien vistas”, puesto que intentan integrar las fuerzas del parlamento hacia la realización del bienestar general.

Sin embargo, no toma en mucha consideración la participación de las personas; toma solo en consideración a los “hombres libres”. Esta categorización proviene de la ficción creada en la “Carta Magna”, donde los barones se representan a sí mismos. Ahora, se agrega el burgués como actor principal y no ya, los lores de antaño. Pero yo sigo preguntando por la población. En su momento, responderé a dicha inquietud.

Continuando con el análisis de la “república perfecta”, en el segundo gran párrafo, le da mucha importancia al papel de los científicos dentro de la búsqueda del bienestar, además por ser personas más capacitadas, tienen todo el derecho de prestar servicios al Estado que debe mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Pone como ejemplo, la investigación de los matemáticos en la formulación de proyectos marítimos, como la construcción de navíos más grandes, veloces, que puedan transportar cargas pesadas, para que estas estén al servicio de los grandes estado del continente. Pero allí mismo, también elogia a personajes que prestan servicios que benefician a sus naciones, como el caso de Colón y Drake, para España e Inglaterra respectivamente.

Vemos en primer lugar: el desprecio por utopistas; pero ¿Quiénes son realmente? Pues muchos de estos soñadores han forjado proyectos propios; dentro de esta tipología, el célebre autor de “La república” entraría en esta tipología. Mas los personajes que contribuyeron de manera directa con los estados (representación del fin común) son personajes valiosos.

Personajes despreciables Personajes valiosos
Cuando los proyectos
tienen fines personales Cuando prestan servicios
al estado
Utopistas

Soñadores Científicos

Personalidades










(Cuadro 1)
(Fuente: elaboración propia)

Pero ahora tengamos en cuenta, especificaciones de esta tipología: Si le agregamos a esa clasificación , el hecho de que el propio Platón quiso materializar su proyecto político (La república) en el reino de Siracusa, bajo el reinado de Dionisio I y luego de su hijo.

Proyectos con
fines personales Proyectos con fines estatales

Personajes valiosos
Personalidades
Científicos


Personajes despreciables
Soñadores
Utopistas
(Cuadro 2)
(Fuente: elaboración propia)

De todos estos personajes, los más idóneos son los científicos (sobre todo los matemáticos, puesto que estos pueden tener afirmaciones exactas de lo que quieren y dicen).

En su tercer párrafo, comienza a preguntarse si algún día podrán ejecutarse los proyectos políticos (utopías para ser más exactos) en alguna parte del mundo.
Esta parte la abordaré más a profundidad, puesto que ya toca el tema de los sistemas de gobierno, tema que principalmente quiero tratar; posteriormente trataré sobre su propuesta política y la relación que existe con la población.

3. De la idea de una república perfecta

“Todo lo que me propongo en este ensayo, es actualizar este tema y exponer mis sentimientos en tan pocas palabras como sea posible” …

Partamos de su premisa: ACTUALIZAR. Quiere decirnos que antes de él, también hay modelos de gobierno que son conocidas. Pero Hume hace una aclaración: “Todos los proyectos de gobierno, que suponen una gran reforma de costumbres de la humanidad, son absolutamente imaginarios.”
Para poder entender qué es lo que está refiriéndose el autor, lo examinaré de la siguiente forma: i) comparación de personalidades y sus modelos postulados y ii) qué variables influyen para que sea considerado o no, una propuesta no utópica. Recordemos que en líneas más arriba, descalifica de una manera elegante, a intelectuales “soñadores”.
La primera forma de ver está en su método de clasificación que hace (muy ligada a la tipología que he planteado anteriormente) y a la comparación que pueda realizar.
Toma los nombra: Platón y Thomas Moro, como seguidores del idealismo, de las propuestas poco serias. Ambos son recordados por ser autores de “La república” y “Utopía”; si nos percatamos de algo bien interesante, Hume no ha dicho nada respecto a otros autores de su contexto o de otros anteriores; me refiero a Hobbes y Locke para sus tiempos y para Aristóteles junto con Maquiavello respectivamente.

Para poder analizar estas referencias de los autores clásicos y contemporáneos (de sus días) veamos el cuadro según las cualidades planteadas en la lámina 2.

Proyectos con fines personales Proyectos con fines estatales

Personajes valiosos
Personalidades
Maquiavello, Aristóteles
Científicos
Hobbes, Locke

Personajes despreciables
Soñadores
César
Utopistas
Platón. Moro
(Cuadro 3)
(Fuente: elaboración propia)

Si analizaríamos el primer grupo, de acuerdo con la tipología planteada por el autor (cuadro 1), estarían dentro del terreno de los “despreciables”, ya que sus reformas están más vinculadas a las cuestiones del deber ser y no del ser; pero es inadecuado hacerlo de esa forma, puesto que se dejan muchos vacíos como por ejemplo ¿Dónde entran los filósofos?, etc.; en cambio si lo observamos bajo la lupa de la segunda tipología (cuadro 2), comprenderemos que estos autores pueden ser clasificados dentro de los utopistas con proyecto propio al servicio de sus propios intereses o de los fines estatales; puesto que tanto en la antigüedad como en su tiempo, habían soñadores y Soñadores. Unos que tenían el poder de la retórica de su lado, y otros, con el poder de la ciencia.
Otro detalle, es que justamente, Hume piensa responder a los “despreciables”, debido a que su inclinación por la ciencia le hace sentirse con la capacidad de poder demostrar con hechos empíricos, lo que la retórica y las buenas intenciones no pueden.

Para ello, haré la comparación entre el modelo platónico con el modelo humeano.

La república
(Platón) Idea de una república
(David Hume)
Tipo de gobierno
(clásico)
Aristocrático Mixto
(aristocracia+democracia)
Sistema de gobierno Totalitario Oligarquía democrática
Referencia histórica
Ninguna Roma
Inglaterra
Renovación de cargos no Sí
Participación Poco Regular
(Cuadro 4)
(Fuente: elaboración propia)

En el cuadro anterior, las diferencias entre la obra de Platón con la obra de Hume, saltan a la vista, sobre todo en cuanto a la referencia histórica: la propuesta platónica no está sustentada más que nada en la visión del autor. En cambio, Hume, basándose en su teoría de la experiencia humana , comprueba que los seres humanos pueden aprender del “ensayo-error”.
Ejemplo de ello, Platón consideraba que para alcanzar la perfección de una polís, era necesario que esta esté gobernada por una cualidad de oro, el rey filósofo estaba en la cima de la pirámide social construida. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que los humanos, sensibles y débiles por naturaleza, tenderá a desviarse de su objetivo inicial por el suyo propio.
Al experimentarlo por los sentidos, los hechos (percepciones), que a su vez se dividirán por impresiones e ideas. Las impresiones están en nuestra mente cuando oímos, sentimos, amamos, etc.; las ideas, están en nuestra mente cuando pensamos sobre eso o aquello; es la transformación o deformación de las impresiones . De estos se derivan a que dependiendo de que tipo de acciones uno haga, siempre quedará asociada a una acción del pasado.
Ejemplo de ello, si en un país “P “ no existía esto del término “faenón”, pero al escuchar unos audios, donde se escucha que se harán transacciones fuera de los términos legales, este término quedó acuñado, por antonomasia, a hechos de corrupción.

Luego, basado en la obra “La océana”, analiza tres variables que ayudarán al investigador que hace posible que una propuesta teórica no sea un sueño (y que valla al tacho de la historia) o una posibilidad. Yo le agrego dos variables más, como es la referencia histórica la movilidad social
a. Variable administrativa: implica si el efecto de rotación de la administración de una república pueda generar beneficios al estado.
b. Variable económica: Implica el modo de producción de dicha república, y si es adecuado o no.
c. Variable jurídica: Está relacionado con la seguridad que puede ofrecer un estado a la propiedad privada y a la libertad.
d. Variable referencia histórica: Da la posibilidad si está fundamentada en algún tipo existente de estado.
e. Variable movilidad social: Implica tanto la forma de composición como si es ya sujeta a cambios.

Modelo platónico Modelo de “La océana” Modelo Humeano

Sistema administrativo
Estático
Dinámico
Semi-dinámico

Sistema económico
Esclavista


Agrario
Semi-capitalista
(se infiere, S. XVII)

Sistema
jurídico
Estatista
Estatista
Liberal

Sistema y movilidad social
Igualitaria
Estática
Escalonada
Dinámica
Segmentada
Dinámica

Referencia histórica
(Ciudad-perfecta)
Ninguna
(República y principado)
Siglos XII-XV
(República parlamentaria)
Siglos XVII-XVIII
(Cuadro 5)
(Fuente: elaboración propia)

De los tres modelos analizados, las tres primeras variables no dicen mucho de su realización, es más reivindicaría al modelo de Platón, sin embargo, las dos últimas variables hacen la diferencia.
El modelo del autor de “La república”, ignora que las clases sociales están en movimiento, cosa que sí pudo comprobar Hume durante las dos guerras civiles que sufrió Inglaterra, pero claro, él las asigna como juego de facciones por el control del Parlamento. Además, el último punto, el método histórico, le da la espalda al ateniense, debido a que su planteamiento está más basado en sus propias especulaciones que en hechos históricos acontecidos.

Entonces, una vez superado este problema del sustento epistemológico, pasaremos a ver la propuesta en cuanto al sistema mixto que plantea.

4. Acerca del sistema “mixto” y la oligarquía democrática

La propuesta Humeana empieza del siguiente modo : “Expondré una forma de gobierno a la que no tengo ninguna objeción grave que oponer en teoría, Dividamos a Gran Bretaña e Irlanda… en 100 condados, y cada condado en 100 parroquias, formando un total de 10.00 (multiplicación de condados más parroquias)… Reunid los cien representantes de los condados en la capital del condado dos días después de su elección y elegid por sufragio once de ellos: diez serán magistrados del condado y uno senador. Tendremos 100 senadores; y 10.00 representantes. Así, hay que conceder a todos los senadores la autoridad de los Magistrados y a todos los magistrados la autoridad de los diputados.”

Graficando esta descripción tomemos lo siguiente:



















(Cuadro 6)
(Fuente: elaboración propia)




















(Cuadro 7)
(Fuente: elaboración propia)

Como podemos notar, Hume divide políticamente una república en condados (provincias) y parroquias (distritos); por cada condado había 100 parroquias, lo que harán un total de 10000 parroquias y 100 condados en todo el país.
La representación nacional es escalonada: empiezan con las parroquias. Cada parroquia tendrá 1 representante de los cuales, al sumarse por cada parroquia de un condado, serán 100 (lo mismo que un condado).
El segundo nivel, por circunscripción, es del condado: una vez que se tiene a los 100 representantes de las parroquias, se seleccionan en elecciones libres, 11 representantes, de los cuales 10 serán asignados magistrados condales y 1 será senador.
Una vez que se han escogido a todos los representantes (magistrados y senadores) se procede a la designación de funciones.
Se escoge de entre los 100 senadores, un Lord protector y dos secretarios. Se escogerán además, 5 consejeros por “ministerio” (Ministerio de Culto, Ministerio de guerra, etc.) más 7 encargados del tesoro público. Lo cual hace un total de 60 senadores.
Aquí, se aprecia que las vacantes, son asumidas por los representantes sobrantes, quienes asumirán los curules dejados por los senadores que han ocupado cargos públicos.
Además de esta estructura, existe una paralela, integrado por los representantes condales sobrantes; no se especifica su número; de la sumatoria se formará la Cámara de los competidores, una suerte de funcionarios sin goce de haber, que se encargarán de fiscalizar tanto al Senado como al Parlamento. La renovación de los cargos es cada año y se remueven la totalidad de ellos.

La crítica va sobre la constante rotación de funcionarios en este sistema. Recordemos que la parte que refuta al autor de “La océana” es que al remover a todos los funcionarios, no permite que la excelencia de las personalidades puedan quedarse al servicio del estado que maneja, dejándola constantemente sin cuadros que permitan una eficiente labor administrativa.
Sobre su sistema mixto , la combinación de la tipología clásica es notoria: Aristocracia y democracia hacen que sea una democracia censitaria, debido a que los electores y actores políticos se basan tanto en la propiedad (herencia lockeana) y su capacidad intelectual (herencia platónica). Respecto a esta combinación de las tipologías clásicas, las definiciones de aristocracia y democracia son harto conocidas. La primera es considerada como el gobierno de pocos, pero que denota la perfección (de Platón y Aristóteles) mientras que la democracia, sin caer en el libertinaje del poder compartido por muchos, es el gobierno de la clase media.
La sumatoria de ambos tipos de gobiernos desemboca en esto; sin embargo, en la otra tipología, es una democracia censitaria u oligárquica . Quiere decir que a pesar que existen leyes que protegen los derechos políticos , sin embargo el derecho de elección se restringen solo a personas con ciertas cualidades, sea su condición cultural o económica.

Pero revisemos una vez más el estado que plantea el autor. Es una república, sin embargo, la división clásica de los poderes, no está plasmada en instituciones con esos nombres, sino que descentraliza el poder tanto entre el Lord protector y los “ministros”, bajo la firme presencia del Parlamento. En casos de guerra, habrá un receso de 6 meses del Parlamento y será asumido por el Almirante y el Consejo de guerra.
En cuanto a la administración de justicia, está encargado a los magistrados condales; en última instancia, estará el Senado.

Como se puede apreciar, un país con funciones especificas; mas no se nota la presencia de organizaciones dentro de este sistema político.
El autor, en sus trabajos “De los partidos”, reconoce que la organización de “facciones” tanto en el Senado como en la cámara de diputados de cualquier república, hace que esta sucumba frente a las ambiciones personalistas.
En esto, de la diferenciación, Hume tempranamente para el esclarecimiento de lo que es una facción de lo que es un partido. Plantea una tipología donde establece una tipología del partidismo que comienza con una distinción básica entre los i) grupos personales y ii) reales. De estas últimas subdivide las facciones reales en tres clases de: i) intereses, ii) afectos y iii) principios.

Para una mejor compresión del uso de esas características, agregando además las coaliciones, expondré primero las definiciones de cada variable, para poder utilizar un cuadro de donde pueda sacarse algunas conclusiones.
Los partidos personales son aquellos casos históricos, donde un grupo de ciudadanos han asaltado el poder para tomar control del poder estatal. Típico caso de los tiranos, de los patricios romanos al derrocar a Servio Tulio en Roma, etc.
En cambio los modelos de facciones reales y coaliciones son propios, para el autor, de la misma forma como están organizados políticamente (sobre todo el parlamento británico).
Del segundo, considera que también se organizan en función a cuestiones meramente de interés personal (interés), por principios (religiosos o éticos; Sartori los considera como los primeros grupos con un “programa”) y por carisma o en torno a un líder (afectos)

Entonces, para Hume, existe representación política de la siguiente manera .


Tipo de organización política Lugar de origen Tipo de interés
Facciones personales En pequeñas repúblicas Toma del poder estatal

Facciones reales En estados modernos Toma del poder por intereses o principios

Coaliciones En estados modernos Alianza por el poder basado en principios
(Cuadro 8)
(Fuente: elaboración propia)

Como vemos, Hume considera que entre los antiguos y los modernos, las reacciones personalistas no han cambiado, por lo que pude corroborar la tesis de Maquiavello sobre la personalidad estática de un actor político a lo largo de la historia.


5. ¿Existe el pueblo para David Hume?

Las aproximaciones que hace Hume respecto al Pueblo (¿ciudadanía o sociedad civil?) son muy pocas en este ensayo. Pero ¿de qué pueblo estamos hablando? Si tratamos de pensar según el autor, no niega las libertades conquistadas por sus conciudadanos, sin embargo, para él, existen barreras de tipo cultural y económico, por esa razón, es que su república ideal, más que una verdadera democracia, es una de tipo censitaria.
Como se ha visto a lo largo de este ensayo, la observación ha sido más que nada de la distribución y las funciones que deben cumplir los funcionarios, destinados a cada dependencia y para cada caso específico.
En lo poco que menciona sobre la población, haré referencia a algunos fragmentos de su obra: “El cardenal de Retz dice que toda asamblea numerosa, cualquiera que sea su composición no es mas que barahúnda susceptible a los mas pequeños intereses. La experiencia confirma esto…Si divides ese gran cuerpo, por mediocre que sea el juicio de cada miembro, lo más probable es que prevalecerá la razón…”

“Hay dos cosas contra las cuales todo senado debe prevenirse; las combinaciones y las divisiones.”

“…Contra ellas han de darse los siguientes remedios; los senadores sean elegidos todos los años por el pueblo y que no los elija el populacho como en las elecciones inglesas, son gente educada y de situación...”

Parece que Hume no entiende a la sociedad civil como ahora nosotros la comprendemos.
Las características dadas por Cohen a esta: esfera de interacción social entre la economía y el estado, compuestas ante todo de la esfera íntima, de las asociaciones, etc.
El papel político de esta es la de influir en la toma de decisiones. En cambio las otras sociedades actúan como mediadores ante el estado.
Si comparamos ambos esquemas de la estructura social, nos daremos cuenta que la idea moderna de sociedad (populacho) está mucho más vinculado a la participación en los asuntos públicos de la población; mientras que en modelo humeano, existen barreras que no permiten la movilidad de estos, debido a los prejuicios que tenía el autor respecto de la gente. Por estas razones, es considerado como un liberal conservador, ya que no establece plenamente la plenitud de derechos políticos que sí se llegaron a dar, en su momento, en la Francia revolucionaria con el sufragio universal (masculino por cierto)

(Cuadro 9)
(Fuente: elaboración propia)


Su relación con el estado ideal es muy limitada; las facciones, no pueden muchas veces representar los intereses de este estamento de su sociedad, por lo que podría generarle problemas, pero recalco, su ideal está más basado también en una ilusión del propio autor que caería dentro de los utopistas. A pesar que también sea matemático, sin embargo, su modelo no fue capaz de observar que no solo del buen funcionamiento de la sociedad se puede asegurar el bienestar, sino también de cómo ésta pueda integrarse en el sistema político



Bibliografía consultada


1. Biscaretti, Paolo: en Derecho Constitucional general. Raúl Ferrero Costa.

2. Cohen, Jean (y otros). “Sociedad civil y teoría política”.

3. Dahl, Robert. “Análisis político”.

4. De la cueva, Mario. “La idea de estado”.

5. Fraile, Guillermo. “Historia de la filosofía”. T.3

6. Hoyos Cedito, Luís Eduardo. “Lecciones de Filosofía”.

7. Hume, David. “Ensayos Políticos”.

8. Laski, Harold. “El estado moderno”.

9. Locke, John. “Segundo tratado sobre el gobierno. Un ensayo sobre el verdadero origen, alcance y fin del gobierno civil.”

10. Miró Quesada Rada, Francisco. “Introducción a la Ciencia Política”.

11. Naranjo Mesa, Vladimiro: en Derecho Constitucional general. Raúl Ferrero Costa.

12. Ostrogorski, Moisei. “Los partidos políticos”.

13. Sabine, George. “Historia de la teoría política”.

14. Sartori, Giovanni “Partidos y sistema de partidos”.

15. Strauss, Leo. “Historia de la filosofía política”.

16. Touchard, Leo. “Historia de las ideas políticas”.

No hay comentarios: