Un nuevo recetario

By El Comercio .

El editorial de esta semana ha sido dedicado a la resolución de los conflictos, y ese pedido imperioso es de aquellos que son ciudadanos [¿de primera, segunda o tercera categoría?]. Y esta palabra me hace recordar mucho, pero demasiado, al pedido que hacía [casi a gritos] la conductora de A primera hora, Mónica Delta, cuando decía: AQUI, EL ESTADO DEBE PONERSE LOS PANTALONES Y PONER ORDEN.
Pero, ¿Qué es este "Orden"? En primer lugar no está relacionado con el factor económico, sino con la capacidad de mantener a raya a aquellos que protestan y alteran la "paz social" en sus distintas localidades, y que alcanzan una magnitud nacional, debido justamente al favor de la prensa.
El "orden" o statu quo se refiere a que las cosas deben de marchar como siempre, normal, dentro de un clima de paz, sin alteración de las calles ni la convulsión social. Para el analisis de estas situaciones, el estructural funcionalismo plantea que, en caso sigan , nuestra sociedad puede llegar a desintegrase debido a un factor que denominan la comunicación social. Como no hay canales que funcionen adecuadamente, osea, respuestas rápidas a los estímulos del sistema social, ésta ebuye y se produce la convulsión.
Por ello, siempre la recomendación ha sido que haya un nuevo matrimonio entre Estado y sociedad, y no simplemente crear oficinas para resolverlos o apresar a los agitadores, como salida para tapar los focos de posibles conflictos.

Sea como fuese (sea por pedidos buenos, por inflitrados, sean por extremistas de la izquierda radical o subversivos), la gente sale a las calles. Para evitar todas estas paralizaciones, es que este editorial le da una manito al nuevo presidente del consejo de ministros.

He aqui sus recomendaciones:

1.- La idea de Velásquez es positiva [respecto a que cada ministerio formará su unidad de prevención y solución de conflictos], pero hay dos aspectos que deben evaluarse con mucho cuidado: A) las mesas de diálogo no son malas o innecesarias en sí mismas, pues funcionan como una buena válvula de escape en situaciones extremas en las cuales los interlocutores sociales tienen representaciones imprecisas (como los frentes, movimientos, etc.). Lo que debe evitarse es el abuso de este mecanismo democrático y que su funcionamiento no esté bien regulado en cuestiones medulares como su alcance y carácter vinculante con los estamentos del Estado.
B) Asimismo, si bien no pueden alentarse formas de negociación social paraestatales, antes de desactivar lo que ya existe, aunque sea de modo precario, es urgente hacer un balance de los conflictos en curso, para lo cual es fundamental el apoyo de la Defensoría del Pueblo, que mantiene un registro actualizado de ellos.

2.-Se necesitan también mejores sistemas de prevención, para lo cual debe irse a una reingeniería total de la Unidad de Prevención de Conflictos de la PCM para detectar tempranamente los problemas (...) la colaboración del Ministerio del Interior y la Policía Nacional es importante para mantener el orden, pero es obvio que su función antes que represiva debe priorizar la prevención.

3.-Urge reforzar las labores de inteligencia para descartar y denunciar cualquier injerencia de grupos desestabilizadores, muchas veces vinculados a fuerzas extremistas de la izquierda radical y subversiva, o a grupos que responden a intereses foráneos.

4.-Debe mejorarse la coordinación entre los ministerios, no solo para compartir la metodología de detección y desactivación de conflictos, sino para evitar que se dupliquen esfuerzos.

5.-debe mejorarse la coordinación entre los gobiernos regionales y locales con el Gobierno Central pues el modo facilista de responsabilizar a este último causa gran perturbación a la gobernabilidad y la paz social.

6.-debemos entender que la apertura al diálogo no debe ser vista como un signo de debilidad, sino, por el contrario, como una expresión de una voluntad democrática que debe guardar el equilibrio entre diálogo, orden, respeto a los demás ( y, por supuesto, desarrollo e inclusión social.