lunes, 29 de junio de 2009
Alan mensajes III
Y esta respuesta, es de algunos intelectuales que les ha chocado en cierta medida, el discurso de llamarnos "antisistemas".
Rolando Ames. (Sociólogo y coordinador de la especialidad de Ciencia Política de la Universidad Católica) (publicado en La República)
Me parece que el presidente está alejado de la realidad del país, desubicándose él y su partido y teniendo el riesgo de desubicar al país internacionalmente. Además considero que no es lo más adecuado que se exprese a través de artículos. Claro, es libre de hacerlo, pero el escribir en un periódico que representa a un sector conservador, respetable pero minoritario, me parece que es parte de esa desubicación, de ese alejamiento de la realidad.
Él afirma incluso que vivimos una guerra fría.
Ese es un error muy grave. No hay guerra fría. Hay respuestas políticas y económicas distintas frente a la realidad, pero el mundo no está en guerra fría. América Latina no está en guerra fría. Por eso digo que el presidente García está desubicando internacionalmente al Perú al ver a Hugo Chávez y a Evo Morales como los responsables de todo. Hasta Álvaro Uribe dialoga con Chávez, pese a ser su opositor.
¿Él no ha reflexionado lo suficiente después de más de 20 días de los trágicos sucesos en Bagua?
Parece no haber entendido, porque después de la meditación replica su error anterior. Los hechos de Bagua son una consecuencia de que el presidente García considera que todo el que se oponga a la gran inversión extranjera lo hace por ignorancia o mala fe, y esta vez vuelve a decir que el país se divide entre los partidarios de la democracia y los de las posiciones del pasado.
¿Entonces no es así?
No. Se debe reconocer la importancia del crecimiento económico, pero también que no se ha hecho nada por mejorar la calidad de vida de muchos peruanos pobres.
Raúl Winner (Sociologo. Columnista de La Primera)
Parece que Alan García no ha aprendido nada de las consecuencias funestas de su “Perro del Hortelano”. El gran organizador de conflictos que llamó retrógradas a las comunidades, incapaces a los maestros, improductivos a los pueblos amazónicos, y otras tantas bellezas, sin medir que luego todas las normas de su gobierno iban a ser interpretadas como intentos autoritarios de arrebatar derechos a la gente y consolidar privilegios para la gran inversión, ahora repite el plato con un nuevo artículo con su firma, esta vez en el extremista (de derecha) diario “Expreso”, en el que afirma estar dirigiéndose “A la fe de la inmensa mayoría”, para que con esa fe que él dice que le tienen tomen en serio su teoría del complot.
Augusto Álvarez Rodrich (Periodista. Columnista de La República)
A los gobiernos soberbios les cuesta reconocer sus errores y los suelen encubrir con razones exógenas al desempeño propio, como está ocurriendo con el actual cuando usa, como chivos expiatorios, una conspiración externa y –¡qué raro!– la prensa.
Así, en la continuación de su saga periodística, García reiteró ayer –A la fe de la inmensa mayoría–su versión del complot como explicación de su fracaso para encarar los más de 200 conflictos sociales que cada mes recuerda la Defensoría y que son consecuencia del antiguo olvido del Estado.
Radicales siempre ha habido y habrá, pero pretender que los de ahora significan una real conspiración contra la democracia resulta, por la falta de pruebas sólidas, un engaño. “Me bastan las declaraciones de gobernantes extranjeros”, respondió el viernes el presidente cuando se las solicitaron. Tanto lo repite que hasta Evo Morales acabará creyéndose el cuento.
Lo más peligroso es que el combo del presidente también incluye a la prensa como factor desestabilizador pues acaba
“retroalimentando el terrorismo del desorden”. Agrega que “tomar un puente es un hecho pero lograr que todo el país se entere y se atemorice vale mil veces más”, en lo que constituye una evidente invitación a censurar de la cobertura periodística hechos que sin duda son noticia en favor de su propia imagen.
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