Vuelve la muerte...

Las imagenes de ayer, difundidas en distitintos medios de comunicación sobre el accidente en el Pasamayo ya son para no soportar.
El omnibus de la empresa Z-BUS se incendió en el serpentín de Pasamayo (Km 50.5 de la Panamericana Norte) la noche del lunes, por tratar de evitar la bola de fuego desatada en la curva del denominado "Pasamayo"... Bueno, ya creo que es suficiente para que la gente se quede con los brazos cruzados, o diga tragicómicamente "será la voluntad del Señor si ya no llego a mi destino".
No pues, esto ya es el colmo. Y me indigna porque nos hemos enterado que una compañera de la EAP de Ciencia Política, se encontraba en ese carro; iba a Huaral para ver a su familia;se llamaba Cynthia Pizarro y estaba en 5to año, este año ya terminaba la carrera.
Digo una, porque el nombre no lo tengo, pero ayer, el cuadro que vi no solo en la televisión, sino en el patio de la escuela fue tétrico; los compañeros cabizbajos, algunas con lágrimas a punto sa salir, otros mudos, era un cuadro donde las banderas políticas estaban tendidas, unidas solamente por el dolor causado por la partida de una compañera.
Y aunque no la conocí, he vivido el drama de la muerte en un familiar, pero eso no cuenta ahora.
Según el diario La república, habían tres misioneros llevando medicinas; según este diario "Tres evangélicos norteamericanos que viajaban por tierra a Huaral llevando donaciones a familias pobres perdieron la vida en el infernal accidente de tránsito registrado la noche del lunes en el serpentín de Pasamayo. "
"Otros 13 ocupantes del siniestrado vehículo de Z-Bus corrieron igual suerte. La relación incluye al copiloto y sus dos hijos niños. Ellos fueron encontrados abrazados cerca del chofer, que es otra de las víctimas mortales.
Las autoridades reportaron también 2 pasajeros desaparecidos. Se teme que los últimos hayan sido pulverizados por las altas temperaturas que generó el fuego dentro del incendiado bus. El ministro de Salud, Óscar Ugarte Ubilluz, precisó que 24 personas requirieron asistencia médica."

Y siguen y siguen, ahora fueron por los bidones de alchool que se le cayeron a un chofer irresponsable; luego serán los litros de "trago" que tenga en la sangre otro conductor, y lo otro, será porque se quedó dormido por el exceso de trabajo... En fin, ni las leyes, ni esa [in]tolerancia cero podrán evitar, mientras no haya una educación sobre la seguridad vial en nuestros desconcientizados ciudadanos.